El problema de la determinación del valor del denominado «coeficiente de impacto», factor amplificador de las cargas estáticas producidas por el tráfico a su paso por los puentes, se remonta a tiempos antiguos.
Corno ejemplo, basta recordar la fórmula adoptada por la Instrucción de 1902 para puentes metálicos de ferrocarril que relaciona linealmente la luz del tramo con el citado coeficiente.
En la normativa más moderna, las propuestas no pueden ser más dispares pasando, desde fórmulas complejas en las que, además de la luz se hacen intervenir otras variables como es el caso del reglamento francés, a la solución dada por nuestra Instrucción de acciones para puentes de carretera (1972) en la que se indica que en los valores de las cargas se considera incluido el coeficiente de impacto.
En la actualidad hay numerosos trabajos en marcha cuyo objetivo final es, además de esclarecer el complejo fenómeno del efecto dinámico en los puentes producido por las cargas de tráfico, valorar con cierta precisión dicho efecto. Los citados trabajos se orientan según dos caminos: métodos matemáticos o trabajos experimentales.
En este sentido, el Servicio de Puentes y Estructuras del Área de Tecnología ha promovido una serie de estudios sobre el tema así corno una campaña de trabajos experimentales, comenzando por la puesta a punto de un ensayo dinámico normalizado, objeto fundamental de esta publicación.