Las dificultades para compactar perfectamente los terraplenes de acceso a una obra de paso, contiguos a los estribos, facilitan la aparición de asientos. Con el paso del tiempo y del tráfico se pueden producir desnivelaciones de algunos centímetros entre el pavimento de la calzada situado sobre los terraplenes de acceso junto a los estribos, y el colocado directamente sobre éstos.
Estas desnivelaciones son inaceptables por diferentes razones, entre las que se mencionan las siguientes:
- Pueden resultar peligrosas para los usuarios que circulan a gran velocidad y, en cualquier caso, originan siempre una incomodidad.
- Pueden originar efectos dinámicos importantes sobre el tablero, con un incremento sensible del coeficiente de amplificación dinámica de las cargas del tráfico.
- Las reparaciones de estas zonas obligan a cerrar algunos carriles al tráfico, produciéndose molestias al usuario y riesgos para su seguridad, y gastos elevados de conservación.
La zona de transición entre una obra de paso y sus terraplenes de acceso debe ser estudiada en el proyecto como parte integrante de la propia obra de paso, justificando en cada caso la forma de mantener la continuidad de la rasante a lo largo del tiempo. Excepto en los casos previstos en el apartado 2, se colocará siempre una losa de transición, que apoya en uno de sus extremos sobre el estribo, en tanto que el otro acompaña el asentamiento del terraplén