La adecuada ejecución de los firmes de carreteras es una de las estrategias más sencillas y eficaces para aumentar su vida de servicio y contribuir a una economía circular, disminuyendo la cantidad de residuos generados y alargando en el tiempo las actuaciones de conservación ordinaria y de rehabilitación necesarias en la Red de Carreteras del Estado.
En el caso de los pavimentos bituminosos, operaciones tan sencillas como la preparación de la superficie existente y la aplicación de un riego de adherencia respetando las reglas de buena práctica, permite el trabajo conjunto de las distintas capas que lo componen (base, intermedia y rodadura), aumentando exponencialmente el número de solicitaciones de carga que puede soportar antes de que se produzca su fallo por fatiga.