Uno de los más importantes requisitos de las marcas viales es, sin duda, su durabilidad. Los fabricantes de pinturas se esfuerzan por mejorarla, produciendo materiales cada vez más resistentes a los agentes que tienden a degradar la marca, e investigando nuevas técnicas de aplicación.
Hay una contradicción entre la exigencia de durabilidad de la marca vial, y la facilidad de su eliminación o borrado en caso de cambios imprevistos o errores en su aplicación.
De lo anterior se puede sacar una primera conclusión: ya que el borrado de una marca vial es una operación complicada y problemática, se debe estudiar con todo cuidado la ordenación de la circulación, tanto durante la ejecución de una obra como en su posterior explotación (hasta que se lleve a cabo una operación de renovación superficial del pavimento o de refuerzo), de forma que se conozcan de antemano las marcas que hayan de ser borradas, para las cuales se deben emplear materiales de corta duración o temporales que puedan ser borrados con facilidad sin perjuicio del pavimento.