En numerosos foros internacionales en los que a lo largo de los últimos años se han debatido las condiciones de seguridad de los túneles, se ha puesto de manifiesto que los tramos en túnel de una carretera ofrecen menos siniestralidad que los de cielo abierto; sin embargo, los incendios en túneles son relativamente frecuentes, y sus consecuencias son mucho más serias que en el caso de carreteras a cielo abierto cuando se trata de incendios importantes.
Un incendio en un túnel puede suponer que los usuarios de la carretera dentro del túnel no tengan a la vista una vía de escape obvia y se vean inmediatamente afectados por el humo, el calor y el fuego durante la evacuación. Además, los servicios de emergencia pueden ver dificultadas sus labores de intervención hasta el punto de que en la práctica, transcurridos varios minutos desde el inicio de un incendio serio en un túnel, su extinción y el rescate de los usuarios en el interior del túnel pueden ser inviables.
Debido al envejecimiento de los túneles existentes y de su equipamiento, al incremento del volumen de tráfico que soportan estas infraestructuras, y a la cada vez mayor utilización de los túneles como soluciones constructivas de menor impacto ambiental y óptima solución económica, la seguridad de los túneles Europeos ha disminuido en los últimos años y parece que seguirá disminuyen-do si no se toma ninguna medida.